Diego Fischer: "Cumplí un sueño al poder publicar en toda América"
30/01/2022
La primera entrevista importante que hizo en su vida fue a Jorge Luis Borges, en épocas en las que era difícil comunicarse telefónicamente con Argentina. Tenía 19 años cuando viajó a Buenos Aires. Y no bien el Vapor de la Carrera bajó la planchada en Puerto Madero, se fue expreso hasta la casa del escritor, ubicada en las calles Maipú y Marcelo T. de Alvear, sin habérselo anunciado previamente.
Entró raudo al edificio, subió al tercer piso y tocó timbre. Lo atendió Fanny, una correntina que durante tres décadas fue mucama y mano derecha del autor de El Aleph. Esta mujer (guaraní hablante, que en realidad se llamaba Epifanía Úveda), publicará en 2004 el libro El señor Borges.
—Mi nombre es Diego Fischer, vengo de Montevideo, del diario El País -se presentó el cronista.
Fanny cerró un minuto la puerta y luego la volvió a abrir.
—El señor lo va a recibir. Pase por favor -le comunicó afectuosamente.
Una vez dentro, se apareció el escritor con su pose típica, apoyando sus manos en un bastón. Era una época en la que había una gran veneración por Borges, a quien el periodista lo había estudiado mucho en Preparatorio, siendo además un gran admirador de su obra. “Estuve más de una hora grabando la entrevista en el living de su casa”, relata Fischer a Revista Domingo. Pese a que era una mañana de sol radiante, la habitación en la que se encontraban estaba en penumbras. “¿Qué sentido tiene la luz para un ciego?”, reflexionó después.
Tras su última respuesta, Borges lo inquirió:
—¿Fischer? ¿Es un apellido de origen alemán?
—Sí, mis ancestros eran alemanes -le respondió, contento porque el dueño de casa parecía no tener apuro y se interesaba por las cosas de un desconocido.
Luego comenzó a mostrarle su casa, que estaba decorada de una forma muy modesta. Pasaron por una habitación y le dijo: “Cuarto de madre” (su progenitora, Leonor Acevedo, había muerto hacía pocos años). Después le enseñó otra habitación muy luminosa, que daba sobre una esquina, y, finalmente, su dormitorio, de una austeridad espartana: tenía solamente una cama camera de bronce, un ropero de roble y una silla. Entonces le comentó:
—¿Qué ve usted sobre mi cama?
—Hay un rosario de madera colgado en la cabecera, con cuentas grandes.
—Bueno, si usted es alemán, va a entender lo que le voy a decir -lo apuró Borges. Y se puso a hablar en el idioma de Goethe.
—¿Entendió?
—No, maestro -se disculpó Fischer, quien nunca en su vida se había lamentado tanto por no saber una palabra de alemán. El escritor le había recitado el Padre Nuestro.
Diego Fischer se eriza al recordar esta anécdota que le ha contado a sus hijos, Valentina (31, casada con Santiago) y Joaquín (29). Y que espera poder relatársela a su nieta Guillermina (18 meses) cuando crezca. Era consciente de la importancia del hombre al que el Nobel de Literatura le fue esquivo. Como también sabía que su camino personal discurriría por el mundo las letras. Lo que probablemente nunca sospechó, era que le iría tan bien.
Best seller
Desde hace al menos 13 años, Diego Fischer (Montevideo, 1961) es sinónimo de best seller. Un certero olfato para elegir a los personajes o los hechos a narrar, una prosa ágil y sin arabescos, cuidadas recreaciones de época y tramas atrapantes desde la primera página son la clave para que sea el autor uruguayo más leído en estos momentos.
Investigador, novelista y biógrafo, ha publicado 21 libros, entre los que destacan Al este de la historia (1998-2006), Que nos abrace el viento. Historia y leyenda de Antonio Lussich (2004), Al encuentro de las Tres Marías (2009), Qué tupé (2010), A mí me aplauden, biografía de China Zorrilla (2012), Serás mía o de nadie (2014), Carlota Ferreira (2016), Mejor callar (2016), El sentir de las violetas (2018), Doña Cándida Saravia (2019), El robo de la historia (2019), Cuando todo pase (2020) y Qué poco vale la vida (2021).
Al encuentro de las Tres Marías, un libro que presenta a la poetisa Juana de Ibarbourou más allá del mito (publicado por Aguilar) lleva 30 ediciones, algo impensable para un autor uruguayo contemporáneo. Y su biografía sobre China Zorrilla ronda las 20 ediciones, en distintos formatos. Fischer ha ganado hasta el momento siete Libros de Oro (2009, 2014, 2016, 2018, 2019, 2020, 2021), un reconocimiento que la Cámara Uruguaya del Libro entrega todos los años a las obras más vendidas en las librerías locales.
Investigador, novelista y biógrafo, ha publicado 21 libros, entre los que destacan Al este de la historia (1998-2006), Que nos abrace el viento. Historia y leyenda de Antonio Lussich (2004), Al encuentro de las Tres Marías (2009), Qué tupé (2010), A mí me aplauden, biografía de China Zorrilla (2012), Serás mía o de nadie (2014), Carlota Ferreira (2016), Mejor callar (2016), El sentir de las violetas (2018), Doña Cándida Saravia (2019), El robo de la historia (2019), Cuando todo pase (2020) y Qué poco vale la vida (2021).
Al encuentro de las Tres Marías, un libro que presenta a la poetisa Juana de Ibarbourou más allá del mito (publicado por Aguilar) lleva 30 ediciones, algo impensable para un autor uruguayo contemporáneo. Y su biografía sobre China Zorrilla ronda las 20 ediciones, en distintos formatos. Fischer ha ganado hasta el momento siete Libros de Oro (2009, 2014, 2016, 2018, 2019, 2020, 2021), un reconocimiento que la Cámara Uruguaya del Libro entrega todos los años a las obras más vendidas en las librerías locales.
Desde la cuna
Diego Fischer nació en un hogar en el que la cultura, en diferentes acepciones, exudaba por todos lados. “El primer libro que leí fue Chico Carlo, de Juana de Ibarbourou, a raíz de una hepatitis que tuve a los 7 años, en épocas en las que por esa enfermedad tenías que estar dos meses en la cama. Después vino Julio Verne y toda la literatura que se leía en aquellos años cuando eras un niño”, recuerda el escritor. Y agrega: “En mi casa siempre hubo libros, se habló de literatura en la mesa y se escuchaba música clásica a través del Sodre. También se recibían dos diarios por día: a la mañana llegaba El País y a la tarde El Plata. Los compraba mi abuelo materno y yo los leía con 8 años. Son cosas que te van marcando”.
Fischer se educó en el colegio Santa María de la avenida 8 De Octubre (que en esa época era solamente de varones). Y cuando estaba en sexto año (1972) conoció a un maestro muy exigente (un cura alemán) que les pedía a sus alumnos que redactaran historias de ficción. Cuando vio la suya, no lo podía creer. Creyó que su madre, que era profesora de Literatura, le había ayudado a hacerla. Pero no era así. La hilacha del escritor comenzaba a mostrarse.
“Siempre fui muy curioso. Y en mi casa, mi abuela, que era hija de italianos, guardaba muchas cartas y recortes de diarios. Yo hurgaba en todos esos papeles”, recuerda de cuando comenzaba a mostrar otra hilacha: la de investigador.
Mucho más adelante cursó estudios de Periodismo en la Universidad de Navarra y en la Universidad de Boston. Y desde 1980 ha trabajado en prensa, radio y en todos los canales de televisión, ya sea como productor o presentador (entre otras cosas del periodístico televisivo Los notables, emitido por Canal 11 de Punta del Este y Nuevo Siglo). Fue corresponsal en Uruguay de la agencia de noticias United Press International y colaborador de La Nación de Buenos Aires. También el New York Times publicó un par de notas suyas. Se encuentra vinculado a El País desde hace 42 años.
De su pasaje por el éter, destaca cuando fue productor de Radio Sarandí, en épocas en las que al frente de la emisora se encontraban Jorge Nelson Mullins, Néber Araujo y Julio Villegas, a quienes considera referentes en su carrera.
Fischer se educó en el colegio Santa María de la avenida 8 De Octubre (que en esa época era solamente de varones). Y cuando estaba en sexto año (1972) conoció a un maestro muy exigente (un cura alemán) que les pedía a sus alumnos que redactaran historias de ficción. Cuando vio la suya, no lo podía creer. Creyó que su madre, que era profesora de Literatura, le había ayudado a hacerla. Pero no era así. La hilacha del escritor comenzaba a mostrarse.
“Siempre fui muy curioso. Y en mi casa, mi abuela, que era hija de italianos, guardaba muchas cartas y recortes de diarios. Yo hurgaba en todos esos papeles”, recuerda de cuando comenzaba a mostrar otra hilacha: la de investigador.
Mucho más adelante cursó estudios de Periodismo en la Universidad de Navarra y en la Universidad de Boston. Y desde 1980 ha trabajado en prensa, radio y en todos los canales de televisión, ya sea como productor o presentador (entre otras cosas del periodístico televisivo Los notables, emitido por Canal 11 de Punta del Este y Nuevo Siglo). Fue corresponsal en Uruguay de la agencia de noticias United Press International y colaborador de La Nación de Buenos Aires. También el New York Times publicó un par de notas suyas. Se encuentra vinculado a El País desde hace 42 años.
De su pasaje por el éter, destaca cuando fue productor de Radio Sarandí, en épocas en las que al frente de la emisora se encontraban Jorge Nelson Mullins, Néber Araujo y Julio Villegas, a quienes considera referentes en su carrera.
Cine y teatro
Fischer fue productor de más de una docena de documentales, entre ellos: Cien años Punta del Este (2007), Historias, relatos y sueños: 150 años de la inmigración suiza al Uruguay (2011) y Algo interesante que contar (2014). También es autor de cuatro obras de teatro estrenadas: Las luciérnagas de la Azotea de Haedo, Cantando una triste canción (sobre la tragedia de Los Andes), Al encuentro de las Tres Marías y Qué Tupé (con la cual -asegura- “se fundió” al financiar su puesta en escena). “Con Al encuentro de las Tres Marías, dirigida por Álvaro Ahunchain, estuvimos tres temporadas en cartel. Nos fue muy bien, sacamos dos Florencio y fue el debut como actriz de Victoria Rodríguez”, anota.
Todavía aguarda que se concrete el proyecto para llevar al cine una adaptación de su libro sobre la vida de Juana de Ibarbourou (suspendido por avatares económicos en Argentina), quien sería interpretada en su adultez por Norma Aleandro y en su juventud por Natalia Oreiro, con dirección de Marcos Carnevale.
También hay una serie pendiente -ya guionada por los uruguayos Federico Veiroj e Inés Bortagharay- de ocho capítulos basada en su libro sobre Carlota Ferreira, la mujer que escandalizó con su vida turbulenta y de romances escandalosos a la sociedad uruguaya de fines del siglo XIX.
Del mismo modo -revela Fischer- es posible que este año llegue al teatro su libro sobre la vida de China Zorrilla (por iniciativa de la Universidad de Buenos Aires) y existe interés de llevar a la pantalla dos de sus últimos trabajos: El robo de la historia y Cuando todo pase.
Todavía aguarda que se concrete el proyecto para llevar al cine una adaptación de su libro sobre la vida de Juana de Ibarbourou (suspendido por avatares económicos en Argentina), quien sería interpretada en su adultez por Norma Aleandro y en su juventud por Natalia Oreiro, con dirección de Marcos Carnevale.
También hay una serie pendiente -ya guionada por los uruguayos Federico Veiroj e Inés Bortagharay- de ocho capítulos basada en su libro sobre Carlota Ferreira, la mujer que escandalizó con su vida turbulenta y de romances escandalosos a la sociedad uruguaya de fines del siglo XIX.
Del mismo modo -revela Fischer- es posible que este año llegue al teatro su libro sobre la vida de China Zorrilla (por iniciativa de la Universidad de Buenos Aires) y existe interés de llevar a la pantalla dos de sus últimos trabajos: El robo de la historia y Cuando todo pase.
Uruguayo internacional
En 2020, Fischer firmó contrato con Editorial Planeta, incorporándose así a la lista de autores internacionales del grupo. “Cumplí un sueño al poder publicar en otros países”, confiesa. De este modo, puso fin a un vínculo de varios años con la empresa Penguin Random House. Fue el “pase de la década” en el mundo editorial uruguayo. Y le permitió llegar a lugares impensados: desde el año pasado, Cuando todo pase está en las librerías de todo Latinoamérica y a mediados de año llegará a España.